España y otros países europeos avanzan hacia la creación de un producto de ahorro común para reforzar la integración financiera

España, Francia, Alemania e Italia impulsan un proyecto de ahorro europeo para fortalecer la autonomía económica

Los ministros de Economía de siete países clave de la Unión Europea—España, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Polonia y Luxemburgo—han dado un paso adelante en la creación de un producto de ahorro europeo. Esta iniciativa surge debido al estancamiento del proyecto de la Unión del Mercado de Capitales, que busca establecer un mercado financiero común en la UE, integrando los sistemas bursátiles y facilitando la deuda conjunta entre los estados miembros.

La propuesta se formuló inicialmente en octubre por el ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, quien sugirió el lanzamiento de "proyectos piloto" que avanzaran en esta dirección, empezando por un grupo reducido de países interesados. La idea es que estos países actúen como pioneros en la creación de un "Laboratorio de Competitividad Europea", para probar iniciativas que fortalezcan el mercado interior y permitan que otros países se unan en el futuro.

El proyecto se centra en la creación de un producto de ahorro europeo que pueda canalizar los ahorros hacia proyectos de inversión que fortalezcan la autonomía estratégica de la UE y aumenten la seguridad económica. Este enfoque permitiría una mayor integración financiera y una movilización más eficiente de los ahorros minoristas, impulsando el desarrollo de la industria europea.

Cuerpo ha explicado que, debido a la falta de un mercado financiero único en Europa, los ahorros europeos actualmente se destinan en gran medida a Estados Unidos, fortaleciendo la economía estadounidense. Según Cuerpo, este flujo de capital está en detrimento de la economía europea, pues los ahorros que se invierten en empresas estadounidenses están regresando para adquirir empresas europeas. El objetivo del nuevo producto es redirigir esos ahorros hacia inversiones que beneficien directamente a la industria y la seguridad económica de Europa.

Este proyecto se encuentra en fases preliminares y, según lo previsto, los trabajos continuarán hasta junio, con la esperanza de que el producto de ahorro europeo esté operativo en la segunda mitad del año. En este sentido, se apunta a que, además de la creación de este instrumento, se buscarán alternativas para aumentar la financiación y los recursos para fortalecer la industria y la autonomía estratégica de Europa, especialmente en un contexto de creciente tensión con Estados Unidos y China.

A pesar de los avances, el proyecto se enfrenta a la oposición de algunos países, como Alemania, Holanda y Austria, que rechazan la idea de asumir deuda mancomunada, un tema que sigue siendo un punto de debate dentro de la UE. Sin embargo, la iniciativa sigue ganando apoyo entre los países del sur de Europa, que ven en esta herramienta una forma de reducir la dependencia de potencias extranjeras y potenciar la economía europea de manera coordinada.